Durante
siglos y siglos la Virgen de Idoya ha sido una de las protagonistas en la vida
y en la historia de las vecinas y vecinos de Isaba. Y hoy lo sigue siendo.
Esta
pequeña y risueña imagen ha canalizado la devoción mariana de todo un pueblo,
sin olvidarnos tampoco de la Virgen de Arrako, o de esa otra imagen mucho más
moderna que es la Virgen de Belén.
Así pues,
detrás de la Virgen de Idoya, o Idoia (indistintamente), hay una historia, hay
unas letrillas populares, hay un devoción, hay sensaciones y emociones, hay
miles de mujeres que llevan su nombre, hay generaciones de ojos que la han
contemplado y de bocas que le han rezado, y hay también todo un patrimonio con
todo su valor y todas sus necesidades que desde este blog queremos recoger, dar
a conocer, y contribuir a su mantenimiento y conservación.
Somos
plenamente conscientes de que los tiempos cambian, de que han quedado muy atrás
aquellas épocas en las que la devoción a Nuestra Señora de Idoya lo impregnaba
todo, ¡absolutamente todo!. Y precisamente por ello, porque somos conscientes
de que los tiempos actuales son diferentes, nos negamos a conformarnos con ello,
y creemos necesaria una labor que permita aproximar el cariño de los izabarras
a su patrona, a la realidad que vivieron nuestros padres, abuelos y decenas de
generaciones de antepasados.
Voluntad
del blog es también hacer de nexo de unión de todas aquellas mujeres que llevan
Idoya, o Idoia, como nombre de pila; darles a conocer el porqué de su nombre,
animarles a que vengan a conocer y se enamoren de ese entorno natural que acoge
a la ermita y a la Virgen de Idoya. Comprobamos gozosamente que hay miles de Idoyas
repartidas por todo el mundo, y que desde los lugares del planeta más inverosímiles
se sirven del blog para conocer este enclave y la historia que detrás de él
hay.
Y por
último… además de una historia y de un pasado, hay también un presente y unas
necesidades. Queremos que el blog nos acerque a todo ello, que nos una,
independientemente de dónde estemos cada uno y cada una; que nos informe de las
necesidades que tiene la ermita, y que a la vez nos permita ayudar y contribuir
a su mantenimiento.
Bienvenida,
bienvenido, onki xin… a este espacio de afecto y devoción a Nuestra Señora de
Idoya.